Por Cecilia Figueroa, directora de Comunicaciones, Marketing y Comunidades 

Cirkla, fundada por Javiera Macaya junto a su padre, Mauricio Macaya, es la primera planta de reciclaje textil industrial en Chile, y está transformando un problema ambiental invisible en una oportunidad de innovación y desarrollo sostenible. 

Con más de 20 años de experiencia acumulada en el rubro textil, la familia Macaya conocía de cerca el ciclo de vida de las prendas industriales: desde su fabricación y uso intensivo, hasta su inevitable descarte. Fue esa experiencia la que inspiró la creación de Cirkla, con un objetivo claro: alargar la vida útil de los textiles y evitar que terminen en vertederos o, peor aún, en el desierto de Atacama, donde cada año se acumulan decenas de miles de toneladas de ropa desechada. 

Hoy, Cirkla procesa hasta 50 toneladas mensuales de ropa corporativa y residuos textiles, transformándolos en frazadas, aislantes, ponchos y regalos corporativos. Su modelo no solo reduce la huella de carbono de las empresas, sino que también les permite cumplir con la Ley REP, gracias a procesos certificados y trazables. 

“Queremos aliviar el trabajo de nuestros clientes encargándonos del reciclaje y ayudándolos a cumplir con las exigencias medioambientales, mientras generamos un impacto positivo para Chile y el mundo”, afirma Javiera Macaya. 

 Innovación con mirada territorial 

Uno de los mayores desafíos para Cirkla ha sido la concentración de la industria en pocas zonas del país, lo que encarece la logística y dificulta la descentralización del reciclaje. Sin embargo, la empresa ha comenzado a tejer una red de puntos de acopio y alianzas regionales, demostrando que es posible construir un modelo que impacte de norte a sur. 

Impulso internacional con Fueling the Change 

El crecimiento de Cirkla ha recibido un impulso clave gracias a su participación en el programa internacional Fueling the Change, liderado por IncubaUdeC. Este programa entrega herramientas estratégicas, mentoría especializada y acceso a redes globales para emprendimientos cleantech con alto potencial de impacto. 

“Fueling the Change nos ha permitido fortalecer nuestro modelo, ampliar nuestra red de contactos y proyectarnos como un referente latinoamericano en reciclaje textil industrial”, destaca Macaya. 

Proyección a futuro 

Cirkla sueña con escalar su capacidad productiva, innovar en nuevos productos de mayor valor agregado y consolidar alianzas estratégicas que posicionen a Chile como líder en economía circular textil a nivel global. 

Cirkla no solo recicla textiles: recicla historias, saberes y oportunidades, demostrando que la tradición y la innovación pueden unirse para construir un futuro más sostenible. 

Lo que comenzó como una tradición familiar en el mundo de la confección y el reciclaje, hoy se ha convertido en un referente nacional en economía circular.