Ángeles Ibaibarriaga e Ignacio Nitsche, cofundadores del emprendimiento, se refirieron a los inicios de Biombillas, a su proyección y a los aspectos más destacados de su viaje a Estados Unidos, en el marco del Programa ChileMass Emprende. 

“Para 2050 habrá más plásticos que peces en los océanos a menos que la gente deje de utilizar artículos de un solo uso elaborados con este material, como las bolsas y las botellas”, esto señalaba un informe elaborado por la Organización Mundial de las Naciones Unidas (ONU) en 2016. En 2019, Ángeles, Ignacio y su socio, Jorge Nitsche, comenzaron a buscar una alternativa sustentable capaz de sustituir a las bombillas plásticas. Durante ese periodo, en Chile se dio el vamos a una serie de mandatos y políticas públicas orientadas a disminuir la utilización de plásticos de un solo uso. 

“En el 2018 empezamos en la búsqueda del reemplazo de las bombillas plásticas, cuando sabíamos con anticipación que iba a suceder esto y ya cuando sale este mandato, en ese mismo momento, estábamos empezado a ver la opción de utilizar la caña de centeno como materia prima para crear biombillas y pensando en hacerlo en grande a través de la producción industrial”, señala Ignacio. 

“Somos una empresa familiar. Jorge partió con todo esto, dijo esto se va a acabar, busquemos una solución, que al principio era papel, y que luego de estar inmerso en un campo de centenos se transformó. Él se dio cuenta y dijo «volvamos a lo natural, trabajamos con este material que era lo que se usaba anteriormente, cuando yo era niño»”, complementa Ángeles. 

La oportunidad que dio el paso a una idea innovadora 

“Entre 2018 y el 2019 estuvimos probando el material y buscando cómo hacer para producir masivamente, porque la idea era una real sustitución al plástico. Nos dijimos, tenemos que hacerlo en serio. Recuerdo que ese periodo fue de prueba, de búsqueda de cómo trabajar este material que es quebradizo, que tiene ciertas dificultades.  En 2020 nos lanzamos con un diseño propio que hicimos en una maestría. Abrimos la fábrica en marzo y justo vino la pandemia, estuvimos trabajando hasta octubre, lo que nos dio tiempo de ir probando, mucho ensayo y error, hacer prueba de producto en el mercado y así partimos”, rememora la encargada comercial de Biombillas. 

A mediados de abril el equipo de Biombillas recibió la noticia de que su emprendimiento había sido uno de los 48 proyectos seleccionados para formar parte del Programa ChileMass Emprende, iniciativa impulsada por Corfo, ProChile y Chile Massachusetts Alliance, con el objetivo de apoyar la internacionalización de emprendimientos tecnológicos nacionales de alto potencial, conectándolos con el ecosistema de innovación de Boston, Massachusetts, uno de los más potentes del mundo.

Ángeles e Ignacio en el Programa ChileMass Emprende, en Boston, Estados Unidos 

Con entusiasmo y ganas de aprender, Ángeles e Ignacio trabajaron de manera ardua en la primera etapa de ChileMass, un proceso 100% virtual que, según sus palabras, incluyó muchas horas de dedicación. “Todas las semanas teníamos que trabajar dos o tres veces, dedicarle varias horas para tener buenas presentaciones, para poder ser realmente una de las startups que representara a Chile y poder conectar con el ecosistema innovador de Boston”, indicó Ignacio. 

Pese a lo intenso que resultó todo, para Ángeles, ChileMass hizo un muy buen trabajo organizativo. “A nivel de startups nos fueron entregando herramientas para hacer modelos de negocios, estrategias de marketing, preparar el pitch, para hacer executive summary, entonces todos los que cumplíamos con esas etapas y teníamos potencial fuimos seleccionados para la fase dos”. 

La sorpresiva e inesperada confirmación del viaje a Boston

¿Cómo se enteraron de que habían sido uno de los 15 proyectos seleccionados para viajar a Estados Unidos? 

AI: Nosotros no pensábamos que íbamos a estar, porque las startups con las que estábamos también eran muy buenas, muy innovadoras, entonces fue una sorpresa gigante. Si bien nosotros desarrollamos un producto a través de mucha innovación tecnológica para fabricarlo, no somos innovación en el producto sino en el desarrollo, la verdad no la creíamos. El correo nos llegó a spam, así que nos enteramos a través de un grupo de WhatsApp donde compartíamos con otros participantes del programa. 

Recuerdo que estaba en terreno y comenzaron a llegar mensajes de que estaban los resultados de los finalistas, de repente ingreso a la carpeta de spam de mi correo y vi que habíamos quedado seleccionados. Fue una sorpresa total. No lo podía creer. De pronto teníamos la opción de ir a Boston, porque era una opción, no una obligación. Nos pusimos muy contentos porque era un mérito total. 

¿Cómo funciona el ecosistema emprendedor norteamericano? ¿En qué se diferencia de lo que sucede en Chile? 

AI: En Estados Unidos son súper ordenados, súper “mateos”, entonces, realmente al sumergirte ahí, te das cuenta de que cuando tienes problemas aquí, o estás enganchado con algo que no puedes superar a nivel de tecnología, uno va para allá y tienes la sensación de que todo se puede resolver, es increíble. La gente y el programa hacen un tremendo trabajo dando a conocer lo que haces y buscando que las personas con las que vas a compartir te puedan ayudar o bien, te puedan conectar con quienes sí.  

Por un lado, es desbordante la cantidad de capacidades que hay por allá. En segundo lugar, la facilidad que tienes para conectar con otros. Nos dijeron -el gringo es súper práctico, pídele cosas, y te dirán sí o no, pero te dirán algo- sé muy directa. Aprovechamos completamente esa oportunidad y fuimos derechamente a las personas a preguntarles, mira nosotros hacemos esto, estamos trabados en esta parte, ¿nos puedes ayudar tú?  ¿conoces a alguien que nos pueda colaborar? Y así fuimos armando un montón de networking con gente y con compañías que, efectivamente, nos podían ayudar en la parte de desarrollo tecnológico, que en general es la parte que fuimos a buscar.

Hicimos varias conexiones. En Chile nos costaba mucho llegar a personas y de hecho lo dimos un poco por perdido en algún momento, dijimos no podemos seguir creciendo a través de la tecnología que es lo que necesitamos acá porque no conseguimos llegar a las personas, que sabíamos que sí existen, pero que no sabíamos dónde buscar. Lo que sí sacamos en limpio fue que allá, conversando con mentores, con integrantes del MIT, de Harvard, fuimos derechamente y preguntamos quién nos podía ayudar y conseguimos muchas reuniones. No tenemos ninguna alianza hasta ahora, pero sí tenemos reuniones con compañías que desarrollan tecnología que nos pueden ayudar y estamos ya conversando con algunas de manera más acotada y tenemos agenda con otras tres o cuatro que esperamos cerrar durante la semana. 

Conectamos con un montón de gente que nos decía, “mira yo no sé, pero déjeme preguntarle a alguien que sí sabe, y después volvía y nos decía mira averigüe y nos contactaba con otras tres personas, que nos contactaron a la vez con otra. En este sentido, el americano es super ordenado y dispuesto, si te dicen que te van a ayudar lo hacen y si no, no hay problema. La experiencia fue muy buena. 

¿Qué aprendizaje adicional les dejó su paso por ChileMass Emprende?

IN: Lo que nos enseñó mucho el programa fue a cómo trabajar en el poder de síntesis y de claridad para decirle a estas personas qué era exactamente lo que queríamos. Ellos nos respondían en 15 minutos de conversación si es que tenían, o el apoyo de su empresa, o si conocían a alguien para poder seguir nuestro camino. Fue super bueno, pudimos tener reuniones, pudimos ver que hay soluciones en distintos lados, no necesariamente directo en Boston, también conversamos con gente que puede apoyarnos acá en Chile, entonces más que nada eso fue lo bueno, conectar con personas que están motivadas por apoyar a emprendimientos con propósito y alto impacto.  

El desafío de producir a gran escala y expandir los límites de Biombillas 

“Una de las dificultades a las que nos enfrentamos es cómo poder desarrollar o traer desde allá tecnologías, capacidades que nos ayuden a diseñar un proceso integrado que produzca masivamente”, señala Ángeles. “En este momento estamos en eso”, continúa, “ya hemos avanzado con la Universidad de Concepción. Desde hace un año que estamos trabajando con IncubaUdeC a través de un Semilla Expande de Corfo, en el diseño y optimización de maquinaria que nos va a permitir aumentar la producción, entre lo que queda de este año y el próximo lo vamos a poder resolver”.  

Biombillas, la alternativa a las bombillas plásticas

De la incertidumbre a la certeza, así definen los cofundadores de Biombillas, sus últimos meses. “No encontrábamos a alguien que nos ayudará a diseñar máquinas o integrar y optimizar los procesos de esta tecnología que es super nueva. Recibimos un aumento de inversión que nos va a ayudar a materializar el crecimiento, porque a la gente le está gustando muchísimo las bombillas, nos están pidiendo muchísimas, entonces nos estamos preparando para llegar ahí, el proceso de escalamiento es real. 

“Junto a Jorge Provoste y Carla Pérez, de la Unidad de Desarrollo Tecnológico de la UdeC, hemos realizado un trabajo muy bueno y vamos a seguir haciéndolo, estamos por sacar una maquinaria que es super importante y que la desarrollaron en la UDT, así que super bien por ese lado. En Estados Unidos no nos encontramos con nadie que trabajara con el material que nosotros trabajamos, que es la caña del centeno, pero sí nos encontramos con gente que nos puede ayudar con la optimización del proceso, centros que se dedican a la integración. Lo que esperamos es poder diseñar allá, para poder construir acá”, indican los cofundadores de Biombillas. 

Además de todo lo aprendido y de los contactos realizados, ¿qué otros aspectos destacarían de su paso por ChileMass? 

AI: Una de las experiencias más enriquecedoras para nosotros en el programa fue conocer a otras startups que están en la misma. Ver gente que ha pasado por la búsqueda de financiamiento público, privado, que ha estado en ferias, que se mueve en lo mismo que uno, que es buscar, buscar y buscar oportunidades para sacar adelante su negocio con ese nivel de iniciativa, te das cuenta de que realmente no estás solo. 

Una cosa es hacer networking con empresarios, que están bien posicionados y otra es hacer networking con gente que está como tú, creciendo, buscando todas las oportunidades, todos han pasado por algún fondo público, algún levantamiento de capital, te van dando datos, te dicen mira yo lo hice así. Más allá de todo lo que vivimos, conocer a estas 15 startups y compartir con ellos durante dos semanas, que fue el tiempo que pasamos en Boston, fue increíble.

 Ahora nos sentimos mucho más acompañados y si tenemos dudas estamos mucho más conectados con gente que ha pasado por lo mismo, o que va a pasar por lo mismo, te crea una red colaborativa super potente. Gente de todas las edades, el promedio de edad iba entre los 30 a los 65 años, un grupo heterogéneo de personas jóvenes, más maduras, pero todos en la misma, con ganas y empuje por sacar adelante su proyecto. 

Trabajo colaborativo y en red, una de las clave para el éxito de un emprendimiento

“Realmente hacer amigos fue una de las cosas más poderosas. Se dio una muy buena relación entre todas las startups, además de enriquecedor fue muy entretenido. Además, podemos trabajar de manera colaborativa. Hay startups increíbles que ofrecen servicios que se adaptan muy bien y con ellos seguro empezaremos a hacer cosas. Descubrimos que somos super complementarios con otra empresa que desarrolla productos a través de biomateriales, algo parecido a lo que hacemos nosotros. Les enviaremos una muestra de nuestros residuos para ver que biomaterial podemos generar a través de eso con su tecnología”, señala Ángeles. 

¿Qué viene ahora para Biombillas? 

AI: Esperamos este año escalar, durante el próximo validar el escalamiento y ver si en el corto plazo podemos abrir franquicias en otros países para poder producir localmente en otros territorios. Estamos construyendo nueva maquinaria, lo que nos va a permitir producir un mayor número de biombillas, una vez que eso esté resuelto, lo que se viene es diseñar un proceso de protección y patentamiento industrial y cuando consigamos esto, ya comenzaremos a ver la opción de instalar fábricas en el extranjero, a través de franquicias. Para allá vamos. 

Ya abriendo mercado, tenemos buenos partners acá que nos ayudan con la comercialización y la distribución, tanto en Chile como en el extranjero, así que ellos nos están pidiendo muchísimo y estamos contentos porque si les va bien a ellos, nos va bien a nosotros.